Arqueología de los paisajes sonoros

Fuente: Museo Arqueológico Nacional

http://www.man.es/man/exposicion/vitrina0/20201005-paisajes-sonoros.html

El Museo Arqueológico Nacional pone en valor las piezas sonoras y musicales Prehistóricas y protohistóricas para celebrar el Año Internacional del Sonido.

La revisión de instrumentos arqueológicos permite identificar el primer fragmento de aulós conocido en la Península Ibérica.

El sonido es una de nuestras fuentes de percepción, por ello su importancia es universal y atemporal. No podemos precisar cuándo ni cómo surge la música, pero los restos arqueológicos evidencian que nos ha acompañado desde nuestro pasado más remoto, al menos desde que nos llamamos sapiens.

A través del análisis, tanto de las piezas conservadas, como de su contexto arqueológico y con el apoyo de la etnoarqueología, la arqueología experimental, las fuentes iconográficas y, cuando es posible, también de las escritas, nos aproximamos a los paisajes sonoros de la Prehistoria y la Protohistoria, momentos en los que la música y el sonido formaron parte de la vida cotidiana y ritual de sus sociedades. + Información Dossier Enlace externo, se abre en ventana nueva

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Melodía interpretada por Rubén Perelló Blanquer y María José Ucar, y grabada y editada por Raquel Jiménez Pasalodos, realizada con una trompeta celtibérica original procedente de Villar del Río, Soria .

colección: Marichalar y Sáez de Tejada.
Frente
FRAGMENTO DE AULÓS: el primero descubierto en la Península Ibérica
Aulós

El aulós es un instrumento musical de viento con lengüeta. Su origen se remonta al III milenio a.C. en Egipto, Mesopotamia y las Islas Cícladas.

En la Península Ibérica, su presencia ha sido documentada a partir del siglo V a.C. en la iconografía de los vasos griegos de figuras rojas.

Posteriormente, su representación se ha localizado también en piezas cerámicas, metálicas y pétreas de la cultura griega, púnica e ibera. Dicha iconografía muestra que las intérpretes eran mayoritariamente
mujeres (las “auletrices”) y que uso predominaba en ámbitos rituales.

La identificación de este fragmento de aulós supone la primera evidencia de la presencia física de este instrumento en nuestro país.

Procedente del yacimiento ibero de Azaila (Teruel), está realizado en hueso. Se estima que posee una cronología entre el siglo IV y el I a.C.

A partir de este descubrimiento, comienza una investigación exhaustiva sobre la pieza.